La gastronomía andaluza es un reflejo de su historia, su cultura y su tierra. Cada provincia aporta algo único a este mosaico de sabores, y Jaén, sin duda, es una de las más destacadas. En esta provincia, la tradición culinaria se mantiene viva tanto en los fogones de las casas como en los menús de sus restaurantes.
La cocina jiennense se apoya en pilares fundamentales como la caza, la matanza del cerdo, el bacalao y los productos frescos del campo. Así lo señala también National Geographic, que destaca la autenticidad y riqueza de esta oferta gastronómica.
Entre los muchos rincones donde se puede disfrutar de esta cocina, uno de los más especiales es Segura de la Sierra, un pueblo con tanto encanto como sabor. No solo ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico desde hace más de cincuenta años, sino que también figura entre los pueblos más bonitos de España. Su entorno natural, en pleno Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, lo convierte en un destino ideal para una escapada completa.
En Segura de la Sierra, la cocina gira en torno a productos locales, con el aceite de oliva como protagonista. Entre los platos tradicionales destacan las migas, los guisos y asados de carne de caza como el jabalí y el ciervo, además de potajes y recetas con setas.
Uno de los platos estrella en la zona es el cordero segureño, que se puede encontrar en prácticamente todos los restaurantes del pueblo. Algunos establecimientos han conseguido un reconocimiento especial. Es el caso del Hotel Río Madera, donde se sirven platos típicos como gachamigas, andrajos o galianos, en raciones generosas que encantan a los comensales.
Otro lugar muy valorado es La Mesa Segureña, situado en pleno casco histórico. Aquí, la carta combina tradición con un toque moderno. Entre sus propuestas hay desde ensalada de lomo de orza casero hasta platos más contemporáneos como tartar de atún rojo o verduras con salsa teriyaki, sin olvidarse de los clásicos de toda la vida.
También merece una mención el Cortijo de Ramón, un hotel rural rodeado de pinos y nogales donde se puede disfrutar de cocina de mercado con productos de la zona. Según National Geographic, sería imperdonable marcharse de Segura sin pasar por el Mirador de Peñalta y probar sus especialidades: el ajoatao, el fritao o un buen consomé.
Naturaleza y patrimonio
Además de su excelente gastronomía, Segura de la Sierra ofrece un entorno natural espectacular. Rodeado de sierras, ríos y bosques, es el lugar ideal para quienes disfrutan del senderismo, el ciclismo, la observación de aves y las actividades al aire libre.
El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es un verdadero santuario de biodiversidad, con especies como ciervos, jabalíes y águilas, así como una flora autóctona muy rica.
La vida cultural del pueblo es notable. A lo largo del año se celebran numerosas fiestas, entre las que destacan la Semana Santa, las festividades en honor a San Isidro Labrador en mayo, y la Romería de la Virgen del Rosario en octubre.
El casco antiguo invita a perderse por sus calles estrechas y empedradas. Entre sus joyas arquitectónicas están el castillo, la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Collado (siglo XIV), la Fuente Imperial de Carlos V y la Casa del Cardenal Diego de Espinosa, un elegante edificio renacentista.