Cuento infantil: La Princesa de cuento

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Cuento infantil: La princesa de cuento

cuento infantil, cuento de princesas, cuento infantil cortoEsta la historia de una princesa que tenía el pelo tan bonito… tan bonito que era completamente de cuento.

La princesa Vinpervinca había nacido en el reino de la amistad, incluso su nombre hacía referencia a este hecho. Pues llevaba el nombre de la flor de la amistad.

Vivi que así la llamaban todos, tenía hecha una promesa que no rompía por nada del mundo.

Siendo muy pequeña prometió a todo su reino no cortarse el pelo jamás, como símbolo de unión entre todos sus ciudadanos.

La verdad es que el pueblo estaba muy orgulloso de su querida princesa Vivi, cada año por primavera Vinpervinca peinaba y peinaba su larga melena, adorándola con las flores más bellas que en aquel reino nacían.

Luego se abrían las puertas de palacio y quien así lo quisiera podía coger una de aquellas flores que portaban los caballos de Vivi, y regalarla como prueba de cariño a quien más quisiera.

Las puertas del castillo se abrían muy temprano, pues muchísimas horas antes se formaban largas y largas colas para recoger y ofrecer flores a la princesa. Aquel era uno de los acontecimientos más esperados del año.

Vivi como real princesa que era, no se quejaba ni de los tirones que por accidente se llevaba al poner o quitar las flores de su cabello, ni de las larguísimas horas que se pasaba sentada ese día.

Aquel año al final de la cola más larga de todas, había una niña quesobresalía de todos los ciudadanos que iban a ver a la princesa. Era pequeña y portaba un ramo tan grande de flores que apenas se la veía,pues aquella niña no tenía ni un metro de altura, así que seguro que aún no había cumplido  ni los seis años; sus ojos eran grandes y brillantes como la vida misma, y se dejaban ver entre todas aquellas hermosas flores, tenía un cuerpecito frágil y delgado para cargar con aquel enorme ramo, pero no era aquello lo que llamaba la atención a todo el mundo, lo que toda gente veía de aquella niña no era lo pequeña y frágil que era, ni lo vivos que tenía sus ojos, en lo que todos se fijaban era… queno tenía pelo. Y esto precisamente era lo que de ella  llamaba la atención.

Todos los súbditos de la princesa murmuraban sobre aquella niña por los pasillos, tanto fue así, que incluso Vivi pudo escuchar comentarios sobre ella muchísimas horas antes de que incluso pudiera verla.

La curiosidad de la princesa Vinpervinca fue creciendo a medida que la espera por verla fue trascurriendo, pero como aquella niña estaba al final de aquella cola tan larga, tuvo que esperar tanto como la curiosidad que le nacía.

Casi había anochecido cuando aquella niña llego a la sala donde la princesa atendía a sus ciudadanos. A la niña le costó caminar para llegar al trono y ofrecer su regalo a la princesa. Pues su cuerpecito  estaba cansado de portar tantas horas, aquel hermoso y enorme  ramo de flores.

Sacando fuerzas de flaqueza la muchachita sonrió a la princesa, hizo la reverencia que había que hacer como protocolo y le ofreció su regalo.

-Princesa… tenga la amabilidad de aceptar este presente

Dijo aquella niña con los ojos más vivos incluso que antes, tanto es así que la princesa si fue capaz de apreciarlos, y se levantó del trono para coger el ramo ella misma. Los allí presentes se asombraron, pero no se opusieron a la voluntad de Vinpervinca y la dejaron hacer… e incluso escucharon como hablo con ella.

-¡Muchas gracias pequeña! Eres muy bonita

Contesto la princesa tomando de sus manos el ramo de flores

-Yo no soy bonita, usted sin embargo sí que lo es

-¿Por qué dices eso?

-¡Míreme! No tengo pelo

-Pero eso no es lo que te hace bella, tus ojos y tu mirada son los que te hacen verdaderamente hermosa

Según hablaba la princesa, a la niña le nacíanlagrimitas en sus ojitos, y la princesa se las retiro con sus propias manos

-¡No llores! Hoy es el día de la amistad, y aunque no lo creas soy tu amiga y no me gusta verte llorar.

-¡Perdóneme! No quería importunarla

-Pero… si no me molestas, dime que es lo que más te gustaría tener en el mundo

Al escuchar esto la niña se quedó callada y tuvo la princesa que volverla a preguntar

-No te quedes callada, dímelo… quizás yo te pueda ayudar ¿quieres vestidos nuevos?

-¡No gracias!

-A caso… ¿unos zapatos?

-¡No gracias!

-¡Ya se! Una muñeca

-¡No gracias!

-¿Dime que es lo que quieres? ¡Por favor! No me gustaría acabar el día sin regalarte yo algo a ti

-Yo lo que quisiera es tener pelo, no su larga y preciosa melena, yo… con una pequeñita que pudiera peinarme a diario, con una así me conformaba

-Y… dime ¿Por qué no tienes pelo? Ahora la que espera no importunar soy yo

-Es por mi enfermedad

-¡Estas enferma!

-¡Sí!

-Y aun así has estado esperando todas esas horas para regalarme este ramo tan hermoso

-¡Sí! Pero no tiene importancia

-¡Como que no! la tiene y mucha, ojala… pudiera darte lo que quieres.

Concluyó la princesa dándola un abrazo con el más tierno de los besos. Vinpervinca aquella noche no pudo dormir, estaba muy apenada por aquella muchachita, pensaba lo injusta que era la vida. Ella poseía no solo salud si no también aquella hermosa melena.

Tanto se apeno y tanto pensó la princesa, que en mitad de la noche hizo llamar a todos los peluqueros de la corte y sin pedir permiso a su padre el rey, mando que le cortaran sus hermosos y largos cabellos, y que con ellos confeccionaran pelucas para que no hubiese ningún niño enfermo sin pelo en su reino.

Cuando su padre el rey se enteró de aquello fue a verla corriendo, corría por los pasillos del castillo muy nervioso, y todo su sequito corría tras él igual de igual talante.

El rey entró en la habitación de la princesa, y la vio con aquel pelo tan cortito, que apenas pudo reconocerla…

-¡Pero hija! ¿Qué has hecho? Has roto la promesa que tenías con el pueblo, este se ofenderá contigo

-¡No lo creo padre!

-¿Cómo qué no?

-Precisamente he mandado cortar mi pelo como prueba de amistad ¿sabías… que en nuestro reino existen niños sin cabello?

-¡No… no lo sabía!

-Pues como prueba de amistad a partir de ahora, dejare que mi pelo crezca solo cinco años, lo suficiente para volverlo a cortar nuevamente y regalárselo a esos niños. Esta es mi nueva promesa de amistad.

-Y… ¿Por qué cada cinco años?

-Porque esa es la edad de mi nueva amiga

Con el pelo de cuento de la princesa Vinpervinca se confeccionaron un montón de pelucas, pero una de ellas fue para aquella niña pequeña.

Apenas unos días más tarde de la celebración del día de la amistad. La princesa Vivi fue a llevársela personalmente, incluso ayudo a ponérsela, y jugaron a peinarse la una a la otra; y los ojos de ambas brillaron más vivos que nunca, como las sonrisas que portaron todos aquellos niños enfermos por sentirse más guapos, gracias al enorme corazón que poseía Vinpervinca. La que a partir de entonces fue conocida por el mundo entero como… la princesa del pelo de cuento.

Cuento infantil por Estrella Montenegro

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Un comentario de “Cuento infantil: La Princesa de cuento

  1. Cristina dice:

    Hermoso cuento y con un mensaje fuera de lo común. Deja grandes valores a los niños de hoy que lastimosamente con el relativismo de algunos padres ya se están perdiendo,

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