La Junta Militar aplaca las protestas antes de que comience octubre y la ciudad de Rang�n (Yangon) recupera la normalidad. Apenas unos centenares de j�venes desarmados y rodeados por las fuerzas de seguridad se resignan a creer que la revoluci�n ha sido aplastada. Pretenden reavivar la llama de las protestas, pero sin los monjes en las calles carecen de empuje moral. En la imagen, un grupo de manifestantes sostiene el retrato de Aung San, h�roe de la independencia birmana y padre de la l�der de la oposici�n democr�tica Aung Sang Suu Kyi. Por Luis Cano
|